Muchas veces no pensamos que la propia reforma del local, la elección de materiales, de la fachada a la calle, de la situación de las mesas, de la barra, la iluminación, la decoración, conforman uno de los aspectos más importantes a la hora del éxito en el marketing de un bar, restaurante, tienda o local dedicado a gastronomía.

Conocemos de sobra espacios que han fracasado y no los han podido levantar ni los más expertos en publicidad y marketing. Y a veces es simple y llanamente por la percepción del lugar. Me explico: el ser humano recibe cada segundo millones de señales de percepción por los cinco sentidos. Inconscientemente el cerebro acomoda esta información generando emociones hacia ese espacio y unas conclusiones.

Confort en los espacios gastronómicos

confort

Todos hemos observado con curiosidad por qué un bar que pone bien de comer y beber está vacío y tiene al lado otro que en calidad es mucho peor pero está siempre lleno. Misma calle, resultados muy diferentes. Es un tema muy complejo que hay que analizar despacio.

Porque puede tener que ver con el nombre o la tipografía utilizada en el cartel, o la simpatía (o malafollá) del personal. Puede ser algún factor de los anteriormente nombrados. Pero, a veces, se debe a decisiones que se toman a la ligera, como:

  • La madera elegida.
  • Los watios de las bombillas.
  • La disposición de las luminarias.
  • La sensación en ese espacio.

¿No hemos dicho alguna vez que un local no te disgustaba la comida o bebida pero es que no sabíamos por qué, no te encontrabas a gusto? Y es que pensar en el confort, tanto físico como mental, en los espacios gastronómicos no es nada fácil. Pero además, resulta vital a la larga para el éxito de un negocio.

Iluminación adecuada para conquistar clientes

Iluminación adecuada

El tema de la iluminación es uno de las factores más determinantes a la hora de elegir inconscientemente un lugar. A veces comento la sobre iluminación de luz blanca azulada a la que han sometido un espacio y lo comparo con un hospital. Y, de repente, hay amigos que caen en la cuenta de por qué cada vez que frecuentaban un bar o restaurante se sentían incómodos. O, incluso, por qué les terminaban doliendo los ojos.

Degustar un vino, un zumo, o una comida es un acto de placer. Para alimentarnos no necesitamos tanta parafernalia. Pero para degustar y disfrutar sí. Y para ellos es necesario un ambiente íntimo, cómodo, en el que uno no se sienta observado ni examinado. En el que casi se consigan la percepción por mesas y zonas de barra en las que uno tenga la sensación de estar aislado del mundo, en un espacio propio.

Para conseguir esto son fundamentales muchos factores, como la disposición de las mesas. Pero yo siempre insisto en la iluminación, esencial para crear el ambiente que queremos, que deseamos para conquistar a nuestros clientes.

Para vender productos de calidad, sin embargo, es necesaria una iluminación que nos resalte los productos sin llegar a ser tan intensa para verle los poros al dependiente. Cada negocio, cada enfoque empresarial en torno a la gastronomía, debe ser evaluado y reflexionado, para acompañar a la filosofía que lleve el espacio desde el inicio. Porque ese será un marketing esencial para conquistar el boca a boca tan necesario siempre.